Nació en Asís en 1182. Convertido a Cristo tras una juventud mundana, renunció a los bienes paternos y se consagró por entero a Dios. Abrazó la pobreza y llevó una vida evangélica, predicando a todos el amor de Dios. A sus seguidores los formó con ejemplares normas de vida, aprobadas por la Sede Apostólica. Fundó también la Orden de Clarisas y la Tercera Orden seglar. Predicó la fe entre los infieles. Murió la tarde del 3 de octubre de 1226.
Que su memoria nos haga a todos más felices, y sea un estímulo gozoso para crecer en el deseo de fidelidad al Señor.
ORACIÓN
Dios Todopoderoso, que otorgaste a nuestro Padre San Francisco la gracia de asemejarse a Cristo por la humildad y la pobreza; concédenos caminar tras sus huellas, para que podamos seguir a tu Hijo y entregarnos a ti con amor jubiloso. Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.