Por fin una tarde de Lunes Santo con sol; por fin la luz que irradia el sol, junto con Jesús de Los Afligidos, fueron los protagonistas que iluminaron las calles de nuestra ciudad. El tiempo posibilitó un año más que los portuenses fueran testigos de la tremenda manifestación de fe que es nuestra Cofradía en la calle.
La Estación de Penitencia que ahora se resume estuvo marcada por el reencuentro del Señor con su Calle Cruces y por el acompañamiento musical a María Santísima del Rosario por parte de los sones fúnebres de la Banda de Música “Gailín” de Puerto Serrano, sones que han servido para seguir corroborando y reivindicando el espíritu de la Cofradía en la calle con el mismo orden, seriedad y silencio acostumbrados, siendo el recogimiento de los hermanos revestidos con el hábito el mismo que cuando se ha venido procesionando sin música en estos últimos treinta años.
El tránsito de la Cofradía por el interior de la Iglesia Mayor estuvo marcado por la llegada del cortejo por primera vez en la historia a los mismísimos pies de la Capilla del Sagrario para adorar a nuestro Sagrado Titular y Divina Majestad, ratificando la Hermandad su condición de Sacramental allá por donde quiera que va; allí donde haya un Sagrario, habrá un hermano de Los Afligidos para adorar a Jesús vivo y presente en su interior. Fue digno de admiración ver la estampa de todos los niños que formaban la pavera haciendo reverencias a nuestro Sagrado Titular y ayudándose unos a otros a persignarse.
Y cumplido el trámite de nuestro paso protocolario por Carrera Oficial, eran numerosos los testigos que quisieron presenciar la recogida de la Cofradía a oscuras a las plantas del antiguo hospital, siendo testigos de la majestuosidad de Jesús de Los Afligidos en su entrada y de la sobriedad de María Santísima del Rosario en su Amargura; los sones de un violín, sirvieron para amenizar la entrada de los nazarenos que esperaban en el interior la llegada de nuestros Amantísimos Titulares.
Además, varios estrenos tienen que ser mencionados en este Lunes Santo, siendo el más significativo los seis cirios votivos franciscanos que escoltaron a nuestra Amantísima Titular en su candelería, que fueron obra de NHD José Fernández Villegas, así como sendos cirios con los nombres de los hermanos fallecidos en este último año. También fueron novedad las tres cartelas frontales del Paso de Misterio realizadas en madera de cedro estofadas, que representaban distintas escenas de la vida pública de Jesús y que son obra del imaginero sevillano Mariano Sánchez del Pino. De igual modo, los trabajos de talla del Paso de Misterio a cargo de los talleres sevillanos de Hermanos Caballero siguieron su curso previsto, destacando las cuatro imponentes maniguetas talladas, que complementan a la perfección los trabajos de talla del Paso. También fue novedad el Banderín Franciscano realizado por el Taller de Costura de la Hermandad en apliques en tisú de oro sobre terciopelo negro y con pinturas de NHD José Fernández Villegas.
Esta es la reseña de la Estación de Penitencia del año 2014. Agradecimiento al Señor y a la Virgen por permitirnos participar y pedirles para que nos dejen acompañarlos el año que viene una vez más; como siempre, todo fue hecho para mayor gloria de Nuestro Señor Jesucristo en su advocación humilde de Los Afligidos y de la Bienaventurada Virgen María en su advocación del Rosario en Sus Misterios Dolorosos.