FORMACION

DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO

Celebramos el Domingo Vigesimosegundo del Tiempo Ordinario. Cristo nos ayuda, somos sus discípulos y Él nos dice, hoy y siempre, que aprendamos de Él a ser mansos y humildes de corazón. Es un camino seguro de felicidad, de paz y de sosiego.

LECTURAS

La Primera Lectura, sacada del libro del Eclesiástico, muestra que también las enseñanzas del Antiguo Testamento recomendaban la humildad.

Leemos este Domingo el último fragmento de la Carta a los Hebreos de este Tiempo Ordinario, donde se explica también la sencillez de la actual relación con Dios, gracias a Cristo, lejos de los sobrecogedores episodios del Sinaí. Esa enseñanza es una forma más de la humildad de Cristo.

Va ser Jesús quien hará de esa humildad, y de la mansedumbre, parte fundamental de su doctrina. El Evangelio de San Lucas que oiremos este Domingo nos hace comprender que humillarse es una vía para enaltecerse de otra manera, más permanente, más fundamental para la forma de ser de todos los que son cristianos de verdad...

PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DEL ECLESIÁSTICO 3, 17-18.20.28-29
Actúa con humildad y alcanzarás el favor del Señor

Hijo mío, en tus asuntos procede con humildad y te querrán más que al hombre generoso. Hazte pequeño en las grandezas humanas, y alcanzarás el favor de Dios; porque es grande la misericordia de Dios, y revela sus secretos a los humildes. No corras a curar la herida del cínico, pues no tiene cura, es brote de mala planta. El sabio aprecia las sentencias de los sabios, el oído atento a la sabiduría se alegrará.
PALABRA DE DIOS.

SALMO RESPONSORIAL
SALMO 67

R.- PREPÁRATE, OH DIOS, CASA PARA LOS POBRES

Los justos se alegran,
gozan en la presencia de Dios, 
rebosando de alegría.
Cantad a Dios, tocad en su honor,
su nombre es el Señor. R.-

Padre de huérfanos, 
protector de viudas,
Dios vive en su santa morada,
Dios prepara a los desvalidos,
libera a los cautivos y los enriquece. R.-

Derramaste en tu heredad, oh Dios, una lluvia copiosa,
aliviaste la tierra extenuada;
y tu rebaño habito en la tierra
que tu bondad, oh Dios, preparó para los pobres. R.-

SEGUNDA LECTURA
LECTURA DE LA CARTA A LOS HEBREOS 12, 18-19.22-24ª
Os habéis acercado al Monte Sión, ciudad del Dios vivo

Hermanos:

Vosotros no os habéis acercado a un monte tangible, a un fuego encendido, a densos nubarrones, a la tormenta, al sonido de la trompeta; ni habéis oído aquella voz que el pueblo, al oírla, pidió que no les siguiera hablando. Vosotros os habéis acercado al Monte Sión, ciudad del Dios vivo, Jerusalén del cielo, a la asamblea de los innumerables ángeles, a la congregación de los primogénitos inscritos en el cielo, a Dios, juez de todos, a las almas de los justos que han llegado a su destino y al mediador de la nueva alianza, Jesús.
PALABRA DE DIOS

ALELUYA
Mt 11, 29ab

Cargad con mi yugo, dice el Señor,y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón.

EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 14, 1.7-14
El que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido

Un sábado entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso este ejemplo:

-- Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro, y te dirá: "Cede el puesto a éste." Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que cuando venga el que te convidó, te diga: "Amigo, sube más arriba." Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido.

Y dijo al que le había invitado:

-- Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos ni a tus hermanos ni a tus parientes ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a los pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten a los justos.
PALABRA DEL SEÑOR