FUNDACION

Primera Junta de Gobierno de la Hermandad
Corría el año de 1.955 cuando un  grupo de empleados de la firma bodeguera Fernando A. de Terry S.A., amantes de la pasión de Nuestro Señor Jesucristo, decidieron fundar una nueva Hermandad en El Puerto. El objetivo de esta nueva Cofradía era el de restablecer el culto una antigua imagen que bajo la advocación de Ntro. Padre Jesús Nazareno de los Afligidos se encontraba depositada en el interior de las dependencias del Convento de las RR. MM. Concepcionistas, en la calle Nevería. Así y después de haber negociado con los propietarios de la imagen, la Orden Tercera, les fue cedida en usufructo la talla del Cristo. Fueron redactados unos estatutos que fueron enviados al Arzobispado de Sevilla para su aprobación y poder así erigir la nueva Hermandad.


El 19 de Septiembre de 1.955 fueron aprobadas estas reglas, erigiéndose como tal la Cofradía, y eligiendo el Lunes Santo para realizar la  Estación de Penitencia por estar este día vacante en nuestra Semana Santa. La intención de los fundadores era el de radicar canónicamente en la Iglesia del Convento de las Concepcionistas, pero al no poder hacer uso de estas dependencias por ser de clausura, el Ayuntamiento de El Puerto les cedió la Capilla del Hospital de San Juan de Dios.


Imagen primitiva de María Santísima
del Rosario; venerada en la actualidad en el
Convento de las RR.MM Concepcionistas
Fue al año siguiente, un Lunes Santo 26 de Marzo de 1.956 cuando saldría por primera vez la Hermandad a la calle, casi 88 años después de que lo hiciera por última vez Nuestro Padre Jesús de los Afligidos. El día anterior, la Hermandad de la Flagelación no pudo salir a la calle debido a un fuerte temporal que azotó a nuestra ciudad, pero afortunadamente el temporal se calmó el Lunes Santo para que los Afligidos pudieran hacer su estreno.  El dinero de los gastos de la primera salida fue recaudado en gran parte por las postulaciones que llevaron a cabo los hermanos fundadores por numerosas casas y comercios, así como la recaudación de las huchas colocadas en ciertos almacenes y establecimientos de nuestra ciudad. Para ello, se crearon varias comisiones encargadas de postular en los comercios, en las empresas y las casas de los particulares. También, y para recaudar fondos, sabemos que fueron mandadas a confeccionar varias túnicas, cíngulos de esparto y pares de sandalias fraileras para su posterior venta entre los hermanos. 


El día 26 de Mayo de este mismo año, gracias a las gestiones de la Junta de Gobierno que presidía el entonces Hermano Mayor Juan Py Bononato, Don Juan de Borbón, Conde de Barcelona y padre de S.M El Rey Don Juan Carlos I, que se encontraba en el exilio en Portugal, aceptó el cargo de Hermano Mayor honorario de la Hermandad.


Pasados los años, y por Decreto del Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Rafael Bellido Caro, Primer Obispo de Asidonia-Jerez, se le concede a nuestra Hermandad, el Título de "Hermandad Sacramental el día 29 de Mayo de 1997.

 
Asimismo, y en acuerdo del Cabildo General Extraordinario celebrado el 11 de Julio de 1.997, y recordando el espíritu con que fue erigida ésta Hermandad y su vinculación histórica con la figura de San Francisco de Asís, a través de la Venerable Orden Tercera, y que ya en nuestras primeras Reglas, este elegido de Dios, aparecía como abogado y protector de la Hermandad y Cofradía, se nombra como cotitular al Seráfico Padre San Francisco de Asís. De igual modo, estos lazos de unión históricos existentes entre nuestra Corporación y la Orden Franciscana se reconocieron de manera oficial con la concesión por parte de dicha Orden a nuestra Hermandad del Título de "Franciscana" el día 19 de Mayo de 2012 según Edicto del Ministro Provincial de la Orden Franciscana Fray Severino Calderón Martínez OFM.

Finalmente, el 9 de Agosto de 2012, Su Majestad el Rey Don Juan Carlos I concedió a nuestra Hermandad el Título de “Real”, ratificándose así los vínculos con la Casa Real Española, ya que en el año 1956, la Junta de Gobierno, nombró Hermano Mayor Honorario a S.A.R. Don Juan de Borbón, padre de Don Juan Carlos I, cuando se encontraba en el exilio en Estoril, Portugal.